PACTO Y COMPROMISO (Parte 2)
Así que comencemos por ver los elementos que componen el pacto y con ese entendimiento como base, pasemos a considerar la forma en la que Dios extiende SU PACTO al hombre y la forma en la que el hombre puede ser fiel al pacto y sacar así los beneficios y las bendiciones que Dios desea darle. Este principio del pacto, que también es conocido como el principio de unidad y unión, este nos dice que es necesaria una buena relación en lo individual con Dios, o sea unidad; y que luego, esa buena relación entre el individuo y Dios, se exprese en una buena relación con los hombres, o sea unión. Puesto de otra manera, para usar palabras o expresiones bíblicas, la unidad es la Fe y la unión las Obras. Para poder practicar conscientemente el pacto, se necesitan conocer cinco elementos que lo componen y facilitar su comprensión. El primer elemento es la Trascendencia y responde a la pregunta, ¿quién está en control? Estamos hablando de la Soberanía de Dios y del orden de gobierno y de su propósito eterno. Tiene que ser así para que el pacto cobre vida y no sea solo una doctrina teórica y tiene que fluir bajo el gobierno o leyes de Dios y todo tiene que ser, en última instancia, para su gloria.
Comencemos por ponernos de acuerdo en que Dios, como Creador, trasciende o sobrepasa toda ley, entendimiento y función de su creación, a la vez que está presente en cada mínimo detalle de ella. Es decir que Dios es el creador, sustentador y redentor de toda la creación; sin embargo, a pesar de ser tan infinitamente grande, en su gran amor por nosotros, se hace presente en nuestro diario vivir a tal grado que Pablo lo describe diciendo: "En El vivimos y nos movemos y somos" (Hechos 17:28).