PACTO Y COMPROMISO (Parte 1)

PACTO Y COMPROMISO En la Biblia, el tema de Pacto y Compromiso es uno de los más fundamentales, pues en realidad los tratos de Dios con el hombre son llamados pactos, comenzando en Génesis 6:18 donde Dios establece su pacto con Noé, hasta llegar a Jesús quien es el mediador de un pacto llamado "ETERNO" (Hebreos 13:20) el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno. En realidad es el pacto y compromiso lo que hace la diferencia entre ser miembro de una iglesia y ser miembro del cuerpo de Cristo, entre ser un creyente y un discípulo, entre tener unidad y unión o sólo unión sin unidad.

El diccionario de la lengua española dice así de pacto: "Asentar o poner condiciones, o consentir estipulaciones para concluir un negocio u otra cosa entre dos o más partes, obligándose mutuamente a su observancia". Obviamente el significado del pacto va más allá que solo lo que su definición expresa. Contiene Promesas y Términos ilimitados estipulados de antemano. El pacto es el corazón o centro de los tratos de Dios con la humanidad y con toda su creación. En la Biblia se mencionan varias clases de pactos o acuerdos entre personas, naciones, y diferentes grupos; todos tienen los elementos básicos del pacto, pero ninguno es de compararse con el pacto desde la perspectiva en que Dios lo establece; o sea, cuando es el pacto de Dios. ¿Qué es el pacto de Dios? Contrario a los otros pactos y aun a la definición que el diccionario ofrece, cuando Dios establece su pacto, no es un trato, convenio o acuerdo entre dos personas porque para ello se requiere que las dos tengan algo que aportar y que ese algo sea relativamente igual en precio, riesgo, valor etc.; lo cual, obviamente, no se puede dar en ningún trato entre Dios y los hombres.

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