LA MAYORDOMÍA DEL TIEMPO

El tiempo es creación de Dios y tiene el propósito de establecer orden y disciplina en toda la creación, de tal manera que siguiendo este principio de orden su vida se vea beneficiada en su totalidad. De aquí podemos afirmar que el hombre debe administrar bien su tiempo para que pueda dar gloria a Dios a través del uso justo y adecuado de su tiempo. Dado que Dios es un Dios de orden, nuestra vida debe reflejar este principio, dedicando tiempo bien distribuido para cada una de las cosas básicas de la vida.

Cada persona debe planificar tiempo para Dios. Eso involucra tiempo de devocional personal y además el servicio al Señor.

Tiempo para compartir con la familia.

Tiempo para trabajar con el propósito de ganar el sustento diario.

Tiempo para estudiar. La Palabra del Señor así como algún tópico que nos interese o que nos ayude a mejorar en nuestro trabajo o en el servicio al Señor.

Tiempo para recreación y descanso.

En estas cinco prioridades podemos englobar la totalidad de nuestra vida y planificar para que el balance de nuestro tiempo sea de acuerdo a la voluntad de Dios. Cuando aplicamos estos principios, gozamos de mayor salud y paz interior. Por lo contrario el desorden solo produce afán y daña nuestras vidas.

Eclesiastés 3:1-8

TODO TIENE SU TIEMPO...

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