YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? (Juan 11:25-26)

Cuando Jesús proclamó estas palabras, Él estaba parado ante la tumba de Lázaro Y Marta dijo a Jesús: “Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto” (Juan 11:21). Aún ahora, con su hermano en la tumba, ella se da cuenta que Él puede intervenir. “Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará” (Juan 11:22). Jesús la conforta asegurando que Lázaro resucitará. “Tu hermano resucitará” (Juan 11:23). Marta asume que Jesús se refiere a la resurrección final de los santos. “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero” (Juan 11:24). En este momento, Jesús ofrece una de esas revelaciones gloriosas. “Yo soy la resurrección y la vida”

Encontramos luego dos afirmaciones conectadas a esta revelación: “el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. “Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente”.

Jesús provee resurrección y vida, porque en Su misma persona Él es vida. Él es la resurrección que todos necesitamos para nuestra mortalidad, ya sea física o espiritual. Conocer a Cristo por medio de la fe nos hace partícipes de lo que Él es, tal vida solo puede ser encontrada en un Señor resucitado, y solo puede ser desarrollada siguiendo a un Señor resucitado.

Jesús, Aparte de Ti, solo conocería mortandad espiritual como un hijo caído de Adán. Gracias porque hoy en Ti tengo vida nueva y vida eterna, ayúdame a seguirte fielmente cada día. Amén